La relevancia de la
vida familiar
Tolstoi inicia un debate por su opinión propia, que intenta
ilustrar en el personaje de Anna Karenina, para criticar los estilos de vida en
donde con muchos otros progresistas sociales, decían ver esta configuración
como anticuada y desorientada a lo que debería ser el verdadero sentido de
conformar una familia. Decía sentir la llegada de los hijos, como una
oportunidad para explotarlos laboralmente, sin tener ninguna libertad
individual tanto ellos, como las mujeres y los mismos esposos. Esta crítica
renace del género de la novela familiar conformada
por obras en donde expresaban las ventajas, la esencia y la felicidad de la
unión familiar, sus oportunidades domésticas como para de la cultura en Rusia.
Tolstoi tiene agrado y relatas la belleza de la vida
familiar, de una manera consciente y mostrando las dificultades que esto
llevaba al ser individual a la cúspide, sin embargo muestra la familia como una
zona de confort, felicidad y de trascendencia filosófica.
Hay cierta discrepancia en las diferentes representaciones
de vida familiar durante todo el libro. Stiva es retratado como un ser que
anhelada y recuerda la imponencia de las libertades que tenía antes de formar
una familia. También se puede ver con Levin el cual no puede visitar a su hermano
terminal sin antes tener la debida aprobación de su esposa. La crítica está en
la relación de Anna destruyendo una familia, llevando su alma a la perdición; y
a Levin conformando una, y alcanzando el
mayor sentido; por lo tanto, Tolstoi intenta mostrar cómo la vida familiar,
está ligada a la fe, a la felicidad y a la gratitud de por vida.
El valor de la
agricultura visto desde la filosofía
La extensa parte del libro dedicada a la agricultura y su
relación con la bondad, la felicidad y la filosofía, van ligados históricamente
a al género del idilio donde los
campesinos relataban sus vidas, expresaban su gratitud, su encuentro constante
con pensamientos filosóficos y con su espiritualidad. Levin es el personaje encargado
de ligar este contexto a la historia que diferencia a la vida aristócrata
llevada por Anna Karenina. Este hombre
es visto constantemente pensando sobre su existencia, sobre su lugar en el
mundo; indagando a cerca de las formas en que los agricultores se alejan del
bullicio de la sociedad, y así en sus pequeños hogares encuentran la fertilidad
en la vida familiar. Se retratan cada uno de los procesos de la siega y las
cosechas, para llevar al lector a un contexto diferente en donde evidencia al
final del libro cómo este encuentro pacífico de Lenin, llevó a encontrar la paz
y la fe basada en el crecimiento
espiritual y en el cultivo del alma.
Adulterio
Anna Karenina es conocida por manifestar el adulterio como
idea central durante toda la obra. Su traición hacia su esposo pone la trama
que lleva a los personajes a tener relevancia en este tema central. La crítica hacia
el adulterio existió durante una oleado durante la mitad del siglo XIX,
demostrado por medios de obras reconocidas como La letra Escarlata de Nathaniel Hawthorne y Madame Bovary de Gustave Flaubert. A pesar de que la persona que es
culpada por su delito es una mujer, el adulterio que se relata en el siglo XIX
en la obra es manifestado con lo mínimo de incidencia religioso y/o moral. Como
se puede apreciar, esta novela aún con las citas biblícas y la religión que
portan ciertos personajes principales, se les atribuye en la mayoría de los
casos, una actitud repelente e hipócrita. En sí, Tolstoi burla el tema de la
religión de una manera mesurada.
La condena por adulterio impuesta a Anna Karenina, no es de carácter religioso, ni tiene que ver con esta institución. En sí, se habla de un modelo en la sociedad convencional, en donde el adulterio es considerado una deshonra antes los ojos de la sociedad. Se habla principalmente del perfil de esposa, de su posición social, y de las habladurías que esto causa. Claro está, que por esta razón, Karenin, el esposo de Anna, no se indigna por ver a su esposa enamorada del conde Vronsky; es una cuestión de cierto papel que cumple frente a la sociedad, frente a los vecinos, que causa una reacción negativa y esto es visto como la peor de las vergüenzas en el modelo social de la familia. El mismo modelo articulado para prevalecer y buscar la aprobación en todo momento a los demás seres sociales, es lo que lleva al padecimiento de múltiples depresiones de Anna, que la llevan a escapar, a abandonar el derecho de ver a su hijo, a no poder velar por un divorcia digno, y al suicidio finalmente.
El perdón como
símbolo religioso
El perdón es un concepto elaborado y que transcurre y repercute durante toda la trayectoria por la vida de los personajes y su asignación dentro de las cuestiones sociales. Evidentemente, si la idea principal que causa el drama es el pecado, el perdón vendría siendo el potencial de resolución. Y si Anna sería la persona que comete la calumnia y es vista como pecadora, esto indica una cuestión moral que uno a los personajes, con los lectores y su capacidad para perdonar a la protagonista por sus acciones. Tolstoi muestra el perdón, sin su aceptación debido a que este no es eficaz del todo. Este pensamiento atormenta toda la historia mostrando por medio de personajes como Dolly, la forma en que el perdón es de cierta forma resignación ante una situación que debe ser debidamente aceptaba en la búsqueda de ciertos factores que permitan una vida digna, como vemos en la relación con Stiva que sigue engañándola, mientras su esposa, concediéndole el perdón como valor cristiano, se resigna. También, podemos ver este término desde Anna, al momento de pedirle perdón a Karenin su esposo, el cual lo acepta pero sigue manejando las mismas actitudes parcas y toscas al igual que cuando comenzó su romance con el conde Vronsky. Es importante resaltar la utilización de este término por la protagonista, al momento de saltar para cometer el suicidio al tirarse frente los carriles de un tren, pidiendo perdón a Dios para así poner en juego el juicio moral de los lectores hacia las emociones y decisiones de Anna hasta su muerte.